Hay quienes dicen que el Dios del Antiguo Testamento no es el Dios del Nuevo Testamento. La única causa razonable para hacer esta declaración es que nunca hayan leído la Biblia. En la carta a los Hebreos leemos:
"Habiendo Dios hablado en el tiempo antiguo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos postreros días nos habló por medio del Hijo" Hebreos 1:1-2*
Jesús, habiendo resucitado, dijo a sus discípulos:
"Estas son mis palabras, que os hablé estando aún con vosotros: que tenían que cumplirse todas las cosas que habían sido escritas acerca de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos." (Lucas 24:44)*
Relacionar el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento no es una arbitrariedad; Jesucristo es quién le da la razón de ser, la integración, continuidad y el sentido a ambos grupos de Escrituras. Le animo a leer el Nuevo Testamento sacando apunte de todas las referencias al Antiguo Testamento.
*Cita de la Biblia Textual 3ª Edición con autorización de la Sociedad Bíblica Iberoamericana.