Luces y sombras en la Biblia
El título alude a virtudes y defectos, las buenas y las malas, de algunas personas relevantes en la Biblia. En ella encontramos historias de vida reales y nunca idealizadas.
Abraham, a quien Dios mismo llamó "mi amigo", puso en peligro a su esposa Sara en dos ocasiones, mintiendo temerosamente ante reyes extranjeros. Puede leer estos hechos en Génesis capítulos 12 y 20.
Isaac (a quien Dios le dijo: "estaré contigo"), al igual que su padre Abraham, por miedo, expuso terriblemente a Rebeca en tierras de Gerar. Vea Génesis capítulo 26.
Rubén, intercede por José librándolo cuando el resto de los hermanos, movidos por la envidia se habían propuesto asesinarlo. Una de las cosas que lo motivó fue el de evitarle el sufrimiento a Jacob, el padre de todos ellos. El mismo Rubén fue el que tuvo relaciones sexuales con la concubina de su padre, quien en su momento se enteró y guardó silencio, pero muchos años después, casi a punto de morir, se lo recriminó públicamente.
Ante el impresionante Goliat, huían temerosos todos los varones de Israel menos el joven David, quien confiado en su Dios, valientemente venció al gigante. Ese mismo David, unos años más tarde, siendo rey, decidió no acompañar a su ejército a la batalla, y ocioso en la casa real, terminó cometiendo adulterio con la mujer de uno de sus valientes, al que vilmente mandó a asesinar.
La mujer casada que cometió adulterio con David fue Betsabé (llamada “la que fue mujer de Urías”). Fue madre de Salomón, el rey más sabio de su época.
¿No conoce la historia de Tamar, la mujer que se disfrazó de prostituta para tener un hijo con su suegro Judá? Las razones y las consecuencias de esta acción son muy profundas por lo que usted debería conocer toda esta historia en Génesis capítulo 38.
¿Y qué podemos decir del apóstol Pedro, negando a Jesús tres veces y luego siendo uno de los pilares de la iglesia? ¿Y Pablo, perseguidor de la iglesia devenido en luz para los gentiles por la predicación del evangelio?
El Dios de la Biblia muestra hombres y mujeres con sus luces y sus sombras, como usted y yo. Le animo a leer las Escrituras teniendo en mente esta verdad. No en vano dijo Jesús haber venido "a buscar y a librar lo que ha sido perdido".